El sapo tomate, cuyo nombre científico es Dyscophus antongilii, es una especie de anfibio endémica del noreste de Madagascar, un país insular ubicado frente a la costa sudeste de África. Este peculiar animal recibe su nombre común por su llamativo color rojo intenso, similar al de un tomate maduro, que sirve como advertencia visual para posibles depredadores.
La especie fue descubierta en 1877 y habita principalmente en zonas de selvas tropicales húmedas, marismas y áreas cercanas a cuerpos de agua dulce. A pesar de su apariencia simpática y su tamaño pequeño (alcanza unos 8 centímetros), el sapo tomate es considerado peligroso, no por agresividad, sino por su potente sistema de defensa químico.
Sapo tomate: características físicas y mecanismo de defensa

El sapo tomate es uno de los anfibios más vistosos de África. Presenta un cuerpo redondeado, patas cortas y una piel brillante de color rojo anaranjado, a veces con manchas oscuras. Esta coloración no es solo decorativa: funciona como un aviso biológico que comunica a otros animales que el sapo no es comestible.
Cuando se siente amenazado, este sapo es capaz de inflar su cuerpo para parecer más grande. Pero su defensa más efectiva es la secreción de una toxina lechosa a través de la piel, que puede causar irritaciones en los ojos, la boca y las mucosas de quien lo toque. Aunque no es letal para los humanos, sí puede generar reacciones alérgicas o problemas respiratorios en contacto directo.
Además, su piel produce compuestos pegajosos que pueden adherirse a los depredadores y dificultar el ataque. Esta combinación de señales visuales y defensas químicas lo convierte en una especie especialmente temida por sus depredadores naturales.
Estado de conservación y curiosidades del sapo tomate
Actualmente, el sapo tomate se encuentra amenazado debido a la pérdida de su hábitat natural por la deforestación y la urbanización en Madagascar. También enfrenta riesgos por el comercio ilegal de animales exóticos, lo que ha llevado a que esté protegido por acuerdos internacionales como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).
Tres datos curiosos sobre este animal:

- Nombre científico: Dyscophus antongilii, en honor a la bahía de Antongil, una región donde se lo ha observado con frecuencia.
- Su toxina, aunque peligrosa, está siendo investigada para usos médicos por sus propiedades antimicrobianas.
- Vive en un área muy restringida de Madagascar, lo que lo hace especialmente vulnerable a los cambios en su entorno.
A pesar de su fama, el sapo tomate cumple un rol clave en su ecosistema y es un claro ejemplo de cómo la naturaleza puede combinar belleza con mecanismos sorprendentes de supervivencia.