En muchos países de habla hispana, la frase “me importa un bledo” es sinónimo de desinterés. Se dice cuando una situación nos resulta irrelevante, molesta o simplemente no nos afecta. En otras palabras, sirve para expresar que algo nos importa poco y nada.
Pero lo que pocos saben es que ese “bledo” al que hace referencia la expresión no es una invención, sino algo real. ¿Qué es, entonces, un bledo?
¿Qué es un bledo?

La palabra "bledo" se usa para nombrar a varias especies de plantas pequeñas del género Amaranthus. Aunque en algunos lugares se las considera comestibles y con propiedades medicinales, en muchas regiones se las asocia a malezas o yuyos, y se las considera insignificantes.
Sin embargo, el vínculo entre la planta y la frase es más difícil de rastrear. No se sabe cuándo ni dónde comenzó a utilizarse, solo que apareció en el idioma español desde hace siglos y refleja esa idea de que algo no tiene importancia para quien la enuncia.
Hay algunas características del bledo que explican el origen de la expresión:
- Es una planta silvestre que crece en forma espontánea y suele ser descartada como maleza.
- No tiene sabor ni valor económico, por eso se la consideraba despreciable.
- Fue mencionada en textos antiguos como ejemplo de algo “insignificante o trivial”.
¿Hay expresiones similares a “me importa un bledo”?
Hoy en día, esta expresión sigue siendo muy común en la vida cotidiana. Puede aparecer en charlas informales, debates o incluso en redes sociales. Aunque a veces se utiliza en tono gracioso, su intención suele ser dejar claro que algo no genera interés o preocupación.
También existen variantes como “me importa un comino”, “me importa un rábano” o incluso “me importa un pepino”. Todas refuerzan el mismo sentido: lo que se está mencionando tiene tan poca importancia como un vegetal que suele pasar desapercibido. Podría discutirse, sin embargo: no es lo mismo un bledo que un rábano, y menos aún un pepino.